El proyecto
Un bosque de robles, hayas, bojes y avellanos, endrinos y zarzas convive con praderas donde puede alimentarse el ganado. Uno cuidando del otro. La pradera, conteniendo al gran manto de árboles y arbustos que se expande naturalmente y lo inunda todo, y el bosque dando sus frutos, albergando pequeños insectos, pájaros y otros mamíferos salvajes que habitan en las
orillas de las praderas. Antiguamente se vivía en el fondo del valle, donde estaban los mejores pastos, en la media montaña se tenía el bordal, lugar más agreste, más fresco con una edificación que en poco diferenciaba a la casa, pero no se vivía y arriba en las montañas, el pasto de verano, donde las praderas no se secaban. Cada familia contaba con un bordal (edificio más pradera extensa).
Allí pastoreaban, y pasaban parte de la vida: hacían las hierbas, cortaban leña, recogían frutos...cuidaban de su bosque, de sus praderas, de sus huertas...y la naturaleza, devolvía generosa ese trabajo...era pura subsistencia.
Hoy casi todas esas bordas se han caído, y también muchas praderas y huertas se han perdido debido a la falta de relevo generacional. Los muros que delimitaban esas fincas, las caleras donde se preparaba la cal para hacer esos apriscos de ganado...poco a poco se han ido abandonando y deteriorando, el éxodo rural y la industrialización de la ganadería, casi matan este sistema de vivir. Ahora se construyen grandes naves para extensas ganaderías, se unen campos, para que sea más fácil entrar con el tractor...En pueblos pequeños como este, sólo queda un gran ganadero...y algunos pequeños como nosotros, que hemos decidido volver a la tierra, ocupar y preocuparnos de estos modos de vida.
También hemos apostado por trabajar nuestra huerta en ecológico, llena de plantas aromáticas, medicinales y mariquitas, crear una granja con animales autóctonos y románticos y compartir una cocina basada en productos locales y ecológicos con nuestros huéspedes.
Nuestra propuesta parte de una mirada integral del bosque, del entorno, buscando un equilibrio entre nuestra actividad, y los seres que lo habitan. Queremos recuperar aquellos elementos, naturales y arquitectónicos, que durante muchos años estuvieron ahí y permitían una vida más racional, más artesana, más directa con la naturaleza. Rehabilitar esos muros,
mantener esas praderas, esas huertas, limpiar los caminos que se pierden para llegar hasta ellas ,con el equipo de desbroce de nuestras burras, rescatar a las especies arbóreas autóctonas, volver a plantar árboles frutales ya perdidos, cuidar de la pequeña fauna que lo habita, utilizar la sabiduría de las plantas para alimentarnos y cuidarnos, pastorear con las ovejas latxas, nuestro ganado autóctono, de manera más holística (trabajando mejor la pradera).
Desde nuestra llegada, hace 20 años, hemos hecho una labor de mejora continua en el entorno haciendo partícipes a amigos, clientes y vecinos: limpiando y luego restaurando el lavadero del pueblo, recuperando y promocionando caminos, desbrozando y manteniendo la vegetación del entorno, descubriendo “piedras caídas”, cuidando de los pájaros del entorno de nuestra finca, plantando árboles frutales, haciendo ungüentos curativos, cuidando la huerta, cocinando lo recién recolectado, aprendiendo a hacer pan, etc....
También llevamos años en un proyecto de recuperación de uno de los bordales del pueblo (llegamos a un acuerdo con los propietarios y nos lo han cedido a cambio de hacerle mejoras) y nos ha servido para ofrecerlo como experiencia de voluntariado y de trueque con unas familias de clientes y dos familias de amigos.
Nuestra propuesta es seguir ofreciendo distintas actividades para realizar en pareja o en familia. Las acciones serían diversas partiendo del compartir lo aprendido en estos años de vida aquí: desde el desbroce de campos, cierres de estos, arreglo de muros, arreglo de calera, pastoreo de las ovejas y de las burras, plantación de árboles frutales, mantenimiento de caminos, creación de comederos para los pájaros y refugios para los insectos, cuidado de los robles del bosque, recolección en la huerta y preparación de platos sencillos, talleres de plantas, de pan, etc...
Propuestas
Son cuatro propuestas a las que nos vamos a dedicar, de momento, durante sólo un fin de semana al año cada una (de marzo a junio). Si gusta y vemos interesante hacer más actividades, las iremos lanzando a lo largo de más temporadas.
- Mejora del entorno: cuidando de nuestra pequeña fauna salvaje: observación y participación en actividades relacionadas con la pequeña fauna: insectos, mamíferos y
pájaros
- El bosque y las praderas: recuperación del sistema de pastoreo tradicional : observación y participación en actividades relacionadas con el bosque y el sistema de pastoreo
tradicional
- La magia de las plantas y la cocina sencilla, de la huerta a la mesa : observación y participación en actividades relacionadas con la huerta, las plantas y la cocina sencilla
- Masas en horno de leña: pan de masa madre, pizzas y repostería : observación y participación en actividades relacionadas con el sistema de cocina tradicional, las masas y la alimentación sana y sencilla
Contamos con la colaboración de la sociedad de Ciencias Aranzadi para todo el asesoramiento del patrimonio arquitectónico. También está el concejo y ayuntamiento del valle para proponer colaboraciones puntuales de difusión de las actividades, de materiales y recursos humanos. Con la asociación turística de la zona tenemos una plataforma de difusión de actividades medioambientales y sostenibles.
Con la ekoaldea de Lakabe contamos para el asesoramiento sobre el manejo holístico del ganado. Con dos artesanas de la zona para las actividades de cocina, masas y plantas.